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31 de julio de 2008

Las mañanas de domingo

Siempre y cuando un "fardo" con forma de niño no salta encima mío ("¡¡¡mamá levantaaaaa!!!") y puedo permitírmelo, me gusta remolonear un rato en la cama las mañanas de domingo. Me gusta despertarme con la luz del día entrando por la ventana y poder darme la vuelta... ¡¡¡mmmmmmm un rato más jjjjj!!!, desperezarme entre las sábanas y volver a enroscarme en ellas....
La ventaja (o el inconveniente) de vivir en 35 metros es que todo en nuestra casa está muy juntito y alguna de estas mañanas, suelo despertarme (por segunda vez) con unos ruidos y olores que me son muuuy familiares jejeje... el cajón de los cubiertos, un exprimidor, la nevera.... si abro un ojo puedo verle desde la cama, en la cocina, de espaldas y descalzo... ¡¡siempre se levanta el primero!!.... el colacao y la leche para el bibi de Daniel... una capsulita de mi café nespresso y leche de soja para mí... leche de soja del tiempo para él... mmmmmm... todo un ritual... y como es domingo, zumo de naranja recien exprimido para todos y tostadas recien hechas.... ooohhhhhhh.... con ese olor ya no puedo resistirme y me levanto de la cama como una zombie.... me siento en la silla y ésto es lo que me encuentro.......

¿No es para comérselo?... a besos digo... que el desayuno también jjjjj

Adoro las mañanas de domingo

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