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19 de octubre de 2011

Como preparamos los bancales para sembrar

Tenemos un bancal que ha estado descansando en abono verde durante todo el verano... ahora lo estamos preparando para sembrar las habas en unas semanas, así que es buen momento para explicar cómo preparamos nuestros bancales para un nuevo cultuvo.


Cuando nos queda vacío un bancal de cultivo y no tenemos previsto sembrar nada en unos meses, lo mejor para no tener el suelo desnudo y que las malas hierbas invadan el huerto (más aún jejeje) es hacer una siembra de abono verde.

Las cosas (ortodoxas) que normalmente sembramos es en épocas frías, algún cereal como avena o cebada etc... y en épocas templadas mostaza.  Pero a veces tenemos sobras de semillas de hortalizas variadas y las aprovechamos para hacer una siembra en ese mismo bancal como abono verde.
Una planta que da muy buen rendimiento son los rábanos, que si los dejas crecer (aunque no necesitan mucho más de un par de meses) se hacen monstruos como éste de la foto inferior.
Fijáos la profundidad a la que llegan, por lo cual son muy buenos para descompactar el suelo. Además como crucífera que es al enterrarlo en verde tiene un efecto biofumigante, osea que le es muy molesto a nemátodos y compañía.

Además es muy divertido porque en medio de la maraña puedes encontrarte, zanahorias, remolachas, acelgas etc... aunque lo ideal sería no recolectarlo y enterrarlo, normalmente no solemos resistirnos jejeje...






Lo primero que hacemos es triturar toda la parte aérea para que el tractorcillo no se atasque. Nos ayudamos de una desbrozadora con la cuchilla de triturar.



Así queda una vez pasada la desbrozadora


A continuación repartimos una carretilla de estiércol, nunca lo echamos sin que esté suficientemente compostado


 Mirar como es... no hace nada de olor, es tierra...



Lo acabamos de triturar y revolver todo con el motocultor. Por mucho que te empeñes nunca llega más profundo de 15 cms, no se trata de labrar, sino de "mezclar"



A continuación pasamos la horca clavándola hasta el fondo para romper la posible suela que pueda dejar el tractorcillo.

 Los rabanitos y demás abono verde han hecho su trabajo y la horca se hunde fácilmente en la tierra




Colocamos los hilos para marcar las tuberías de riego, es muy bonito y muy bucólico sembrar sin medidas pero a la larga no es práctico para cultivar y complica mucho todos los trabajos posteriores.




Hacemos las zanjas y colocamos los tubos de riego exudante. Nos hemos dado cuenta que estos tubos sólo son completamente eficientes cuando van enterrados.

Pasamos el rastrillo para enterrar los tubos, tapamos y nivelamos.


A veces sembrar directemente (y más aún semillas) con toda la materia verde en descomposición puede hacer que se estropeen así que  dejamos el bancalito preparado para sembrar en uno o dos meses.
Para que lombrices y demás microorganismos trabajen alegremente lo mejor es cubrir el suelo y de paso las malas hierbas no se aprovecharan de nuestro trabajo creciendo en esta tierra tan mullidita. Como no tenemos paja para cubrir el bancal utilizamos  cualquier resto vegetal.


Como el otoño viene tan raro que no hay manera que llueva y las tuberías de riego van bien como mantenimiento pero les cuesta dar una humedad homogénea a todo el bancal, en esta ocasión le hemos dado un riego.

Y ya está, en unas semanas sembraremos aquí nuestras habas.


Todo este proceso no lo hacemos cada cambio de cultivo en un bancal... solo cada dos o tres ciclos, al descansar el bancal y dejarlo un tiempo como abono verde.

1 comentario:

  1. Vaya proceso tan completo hacéis... Por aquí tenemos mucho que aprender, jeje! Besos.

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