Ya comenté en una entrada anterior que este fin de semana hemos hecho dulce de membrillo.
Es tan fácil de hacer y tan rico... es la mermelada favorita de Juli.
Para hacerlo es tan sencillo como:
Membrillos. Los lavamos y cortamos a trozos, no hace falta pelarlos, limpiarlos bien y ya está.
La mitad del peso de los membrillos de azúcar.
Agua, un dedo aproxímadamente, para que no se pegue en la olla.
Lo colocamos todo en la olla a fuego medio... a medida que los membrillos se van haciendo van soltando jugo, pero al principio, para que no se peguen se le pone un dedito de agua.
Cuando vemos que los membrillos están blandos lo trituramos todo, hay que estar atentos porque el membrillo tiene mucha pectina y espesa enseguida.
Lo colocamos en botes y si se va a conservar durante bastante tiempo se le puede hacer el baño maría.
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