Estamos muy contentos, cansados, pero contentos. Ha sido el año que menos hemos recogido, 440kgs de olivas, pero suficiente para tener aceite de sobras para todo el año.
Nos levantamos bien tempranito y comenzamos con la tarea... qué bonito se ve el río en invierno cuando apenas ha salido el sol.
Colocamos las mantas y empieza la faena. El año pasado compramos un peine eléctrico para facilitarnos la tarea y con todo el tiempo y esfuerzo que nos ahorra creo que ya lo tenemos más que amortizado.
Mientras Juli tira olivas yo voy cambiando las mantas...
Después nos cambiamos, para que sea más llevadero
El peque también nos ayuda
Aunque tirar olivas a mano tampoco le gusta así que le pide prestada la máquina a su papi. Le tiene que ayudar porque pesa mucho.
Aunque, lo que más le gusta a Daniel es jugar con el tractor de papi
Y que le de paseos en él...
Oscurece pronto y en parte es una ventaja porque descansamos antes... estamos muy cansados así que una cena sencillita y al sofá a hacer lo que más nos gusta... Juli lee, Daniel mira dibujos y yo crocheteo... (vaya pintas, me olvidé de quitarme la cinta con la que recogía el pelo jjj)
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Que gozada el aceite de casa. Aqui no tenemos olivos y cuando consigo aceite bueno lo guardo para las ensaladas con productos de la huerta.
ResponderEliminarTanto vosotros como Robin, que envidia de tener ese oro verde¡¡¡¡¡¡
Y Con el tractorcito, que gozada y el trabajo que os quita.
Hola Alberto! Si la verdad es que es una currada recoger la oliva pero da mucha satisfacción cuando obtienes tu propio aceite. En nuestro caso seguro que es el nuestro porque en el molino al que las llevamos muelen las olivas de forma independiente, no las mezclan con las de otros campos. Lastima que estés lejos, te daríamos una botellita del nuestro para que la pruebes, está buenísimo (amor de madre jejeje).
ResponderEliminarY el tractorcillo... tengo que hacer un post dedicado a él porque es una pasada. Es un viejo Pascuali, lo compramos de segunda mano, estaba viejo y olvidado en una masía en Vic... es del año 60 y su dueño, un abuelo, murió hace años. Juli lo llevó al taller, lo desmontó, lo reparó y lo pintamos. Una auténtica restauración. Suerte que es mecánico.
QUé montón de olivas para aceite, qué rico!! A disfrutarlo muchísimo!! Merecido descanso. Besos!
ResponderEliminarY lo del .pdf, ¡encantada!! Espero saber seguirlo, jeje.
paramipequeconamor@gmail.com
Mil gracias!
Desde el telecentro de La Palma d'Ebre, con unos amigos-vecinos nuestros que siguen vuestro blog, estamos comentando lo manitas que es Juli y lo habilidosa que eres tú, Vero.
ResponderEliminar¡Los reyes de Teruel!