Nuestro huerto está en fase de cambios, ya lo comenté en un post anterior. Nos está influyendo el libro que estamos leiendo, "el jardín natural" de Jean-Marie Lepinasse (en realidad, este es el título en francés, el libro en castellano se titula "el huerto más natural" pero pienso que el título en francés se corresponde más con la realidad, porque un huerto es a la vez un jardin, comestible pero un jardin al fin y al cabo),
También de otras lecturas de Emilia Hazelip o Fukuoka, aunque ya hacía tiempo que llevábamos pensando cambiar la disposición de nuestros bancales.
Queremos que nuestro huerto sea cada vez más "autosuficiente", que sea capaz por si mismo de autofertilizarse aplicando sólamente cubierta orgánica.
La idea es tender cada vez más hacia una agricultura sinérgica en la que los principios son:
-No arar la tierra
- No pisar el suelo, evitamos así comprimirlo y apelmazarlo, la tierra se mantiene esponjosa.
- No aplicar productos químicos.
- Mantener la tierra cubierta, imitando de este modo el humus del bosque.
-Las plantas nacen, crecen y mueren en el mismo lugar abonando a su vez la tierra.
- Establecer asociaciones beneficiosas, evitando monocultivos. De este modo, se favorecen colaboraciones entre mircoorganismos que protegen entre sí los cultivos.
El bancal cerámico (aquí está el post) que montamos hace unas semanas no nos acababa de convencer, no por su funcionamiento, sino porque son rasillones demasiado altos y quedan un poco "pegote" en medio de la finca, suerte que sólo compramos para un bancal y los podremos aprovechar alguna cosa en la obra de la casa (además no fueron nada caros)
Así que hemos decidido sustituirlos por palés usados. Los desmontamos y los utilizamos para hacer los bancales.
Aquí el primer bancal cubierto de muching mientras Juli termina de montarlo. Los peques aprovechan los rasillones para jugar a hacer "casitas"
Al desmontar los rasillones se ve perfectamente la altura del bancal, unos 20 cms, más unos 5 de muching y 1 o 2 de compost. Estoy muy contenta con este muching... al separarlo para plantar algunas lechugas y coles era una gozada comprobar el estado de la tierra.
También se ve cómo ha mantenido la humedad y los túneles de las lombrices. Juli dice que en esta foto parece una tarta jajaja...
De momento tenemos dos bancales montados, uno a falta de terminar de llenarlo de tierra y cubrirlo de muching (esto lo haré en semana santa)
Seran 7 bancales de 1.20m x 8m con una separación entre bancales de 80cms, perfecto para pasar entre ellos con la carretilla.
Al tenerlo así, como en jardineras gigantes conseguiremos varios de los objetivos:
- Se hace prácticamente imposible pisar la tierra.
- Se aprovecha mucho más el espacio para cultivar
- Se hace muy facil establecer asociaciones, algo que pensamos que es de vital importancia para evitar enfermedades y prescindir de la aplicación de tratamientos.
- La tierra no permanecera desnuda, incluso en los años en que los bancales se dejen "descansar" se sembrará abono verde en ellos.
-Los trabajos se reducen, al no labrar, no desherbar, los bancales se hacen una sola vez...
Estoy muy contenta, aun sin terminar y con el huerto justo desperezándose del invierno, la vista que ofrece a mi personalmente me relaja muchísimo jejeje. Tengo mucha ilusión en esta nueva forma de cultivo.
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¡Me gusta muchísimo así! La última fotografía me encanta! Saludos.
ResponderEliminarGracias Inma!! Hemos puesto justo delante del huerto un par de ladrillos con otro encima a modo de banquito, porque es que es super relajante sentarse y pasarse los ratos muertos sólo mirando el huerto y vinedo las abejillas por ahí pululando jjjj. Besos!
EliminarNo tienes idea de cuanto envidio ese huerto... Ojalá en nuestra nueva casita tengamos lugar para plantar en serio.
ResponderEliminar:)
Muchas gracias Menduca! Besosss!!!
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