Después de todo el trabajo preparando los bancales, triturando poda para mulch etc... cuidando la tierra y favoreciendo la vida microbiana, sería una pena estropearlo por la aplicación de químicos.
Lleva unos días lloviendo en Can Cigaleta, y aunque por un lado es una gran ventaja porque nos ahorra riegos y ayuda a enraizar a los nuevos plantones, por otro nos hace temer por la posibilidad de un ataque fúngico. En este caso, lo cómodo y lo que en la mayoría de los casos suele hacerse es aplicar cobre como preventivo. De la misma manera que cuando el clima es muuy seco, ante un posible ataque de araña roja se suele utilizar también como preventivo el azufre.
Aunque estos dos productos están dentro de los autorizados en agricultura ecológica, no son selectivos, y de la misma forma que eliminan hongos y ácaros no deseados respectivamente, también eliminan otra gran cantidad de vida microbiana presente en el suelo e imprescindible para el buen desarrollo de nuestras plantitas.
Así que como este año hemos decidido dar un paso más en nuestra forma de cultivo ecológico, también hemos decidido darlo en la forma de "tratar" nuestras plantas.
No es que estemos en contra del uso del azufre y el cobre, todo lo contrario, son productos como decimos autorizados en agricultura ecológica, pero queremos evitarlos en la medida de lo posible y limitar su uso a situaciones extremas.
Así que nada, este año hemos decidido ser valientes y aquí estamos, remangándonos y preparando nuestras pócimas mágicas y curativas.
En este caso hemos preparado una "infusión" de ortigas y una "decocción" de cola de caballo.
La ortiga ha estado en infusión durante 24 horas.
Los preparados de ortiga, en su elaboración pasan por tres estados, y en función del momento en que es utilizada tiene unas aplicaciones u otras.
El primer estado, cuando la ortiga ha permanecido en infusión pocas horas, ANTES de fermentar, aproximadamente entre 24 y 28 horas dependiendo de la temperatura. Su olor es muy característico, huele exactamente a espinacas cocidas. En este momento su uso fundamental es insecticida. Se aplica pulverizando la planta.
A partir de ese momento, si no ha sido utilizado el caldo, comienza la fermentación, que viene a durar unos tres o cuatro días más. En ese momento huele a marisco y su uso principal es de fortificante de las plantas. Se aplica también pulverizando las hojas, sirve para dar vitalidad y resistencia a las plantas.
A partir de que ha terminado la fermentación, en el último estado, el purín comienza a corromperse. Es cuando realmente huele mal y en ese momento su uso es en forma de riego para activar la vida microbiana del suelo. Suele aprovecharse los restos de ortiga utilizados y colados del primer estado y suele también mezclarse con estiércol.
Gestionándolo correctamente el mismo manojo de ortigas te sirve para los tres estados que pueden ir aplicándose a las plantas.
Sería así:
1º hacemos una infusión de unas 24 horas, colamos ese caldo y lo utilizamos.
2º volvemos a hacer una infusión con esas hojas coladas pero las dejamos fermentar y colamos ese caldo para aprovecharlo.
3º por último esas mismas hojas (y si queremos añadirle más) se colocan en un bidón y se mezclan con agua y estiércol y se dejan 15 días.
El caldo de ortigas....
El caldo de cola de caballo.
Este preparado es también un insecticida, pero su uso principal es como antifúngico, precisamente por este motivo no se recomienda tirar al compostero los restos de cola de caballo de este caldo.
Colamos los dos caldos y los diluimos en agua en una proporción aproximada del 25%
Lo colocamos todo en una mochila y a "fumigar"!!
También aplicamos riegos con el purín, preparado con anterioridad, a base de estiercol y ortigas (las que han sobrado de preparar el caldo anterior tal como explico más arriba) . Regamos con este purin nuestras plantas (fotos en este post)
Lo dicho... como dice el título de un libro... ¡¡plantas para curar plantas!!
El año pasado hicimos purin de ortigas y huele a muchísimos metros de distancia, también usamos la cola de caballo, pero en esta zona hay que usar también cobre, no queda otra, hay demasiada humedad. ¿cómo haceis el de cola de caballo?
ResponderEliminarHola Iratxe, aqui tambien hay cultivos que son complicados sin nada de cobre, por ejemplo los olivos, pero estamos en vias de intentar desprendernos de el. Creo que no aprovechamos los tratamientos vegetales al 100%, y pienso que es el camino, y empiezo a estar realmente convencido que ello.
ResponderEliminarLa cola de caballo en este caso era una decoccion. 10 minutos hirviendo y 12 horas en remojo, pero lo que comentaba, seguro que no lo hacemos como se debiera, ademas las proporciones tambien son a ojo, en fin que es un tema que queremos perfeccionar.