En verano, cuando las cepas están en su esplendor, con hojas racimos etc... nos era prácticamente imposible quitar la cantidad de hierbas adventicias que crecían debajo. A mano es un trabajo de chinos y con la desbrozadora corres el riesgo de no controlar bien y darle a la cepa o romper las ramas que cuelgan alrededor.
Así que hemos decidido que éste año ya no nos pasa y hemos instalado una malla antihierbas justo debajo de las viñas y la hemos cubierto con una buena capa de gravilla. Con esto ganaremos dos cosas, por un lado evitarnos las hierbas adventicias y por otro el suelo debajo de las plantas estará más protegido y mantendrá mejor la humedad.
Además queda bonito, ahora el problema será convencer a Daniel de que esa gravilla no es como la de los parques y no se juega en ella jejeje.
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